- Área: 3300 m²
- Año: 2010
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Fotografías:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de la nueva sede de Hispasat resulta de la remodelación integral de un edificio existente del que solo se aprovecha la estructura. Este inmueble, construido a finales de los años 70 presenta la particularidad de ser de planta circular y disponer originalmente de unos cerramientos totalmente alejados de cualquier criterio sostenible.
El encargo supone desplegar en su interior un concepto contemporáneo de oficina bajo la impronta del máximo confort basado en la elección de los materiales y sus gamas cromáticas, la búsqueda de la transparencia y visibilidad y el equipamiento con un mobiliario coherente con la arquitectura. En este sentido, suelos técnicos de modulación 60x60, techos metálicos suspendidos acústicos de modulación 120x120cm, mamparas de aluminio acristaladas con butirales de colores de modulación 120cm, armarios y archivadores de 30, 60 y 90 cm, etc., componen un sistema completo de ecuaciones que resuelve todos los casos particulares sin que sea necesario recurrir a soluciones especiales o puntuales. El efecto es un espacio continuo en el que los techos y los suelos son percibidos en continuidad al disponer de sendas franjas transparentes en los cerramientos en su encuentro con los planos horizontales mientras que la opacidad y translucidez de la franja intermedia asegura la suficiente privacidad y concentración a las personas en sus puestos de trabajo.
Pero sin duda, el elemento más especial del proyecto es su fachada. Concebida con el triple objetivo de dotar de una nueva imagen a la compañía; controlar las radiaciones solares; y matizar las vistas y ofrecer un valor añadido en materia de seguridad y mantenimiento. Explicamos brevemente estos enunciados:
-La imagen de la compañía, dedicada a la gestión de satélites artificiales, se ha entendido como un reto a la creatividad que ha centrado nuestros esfuerzos en conseguir una figuración delicada y evanescente, de clara reminiscencia espacial, en la que una piel de planchas de aluminio acabadas en lacados de tres tonos similares producen una vibración variable según el edificio es estimulado por las condiciones climatológicas, la luz natural, las nubes, los atardeceres, etc. Desde el exterior, el edificio aparece como una construcción enigmática y sensible que aparece en el paisaje y se mide cromáticamente con él. En la noche, la luz artificial exterior y la que se filtra por la celosía triangulada acentúa el efecto plástico de instalación en permanente diálogo con la naturaleza. Desde el interior, la percepción a través de la celosía crea una relectura del paisaje que una vez reconstruido por la mirada, queda manipulado por la trama geométrica, algo que nos permite manipular las vistas sobre los lugares menos agraciados paisajísticamente. El efecto desde el puesto de trabajo es de una fachada que tamiza la luz y produce una lectura sosegada e íntima por ofrecer dos planos de percepción, el de la propia superficie interior –la celosía- de la fachada y el del paisaje que se divisa a su través. Por otro lado, la prolongación de la celosía una altura considerable sobre la cornisa del edificio, asegura una vista no perturbadora de la maquinaria de cubierta además de reproporcionar el volumen en una silueta más equilibrada que flota suspendida gracias a que no toca el suelo del que le separa un zócalo remetido de color gris sombra.
-Desde el punto de vista del comportamiento medioambiental, la celosía ofrece tres densidades de calado diferentes que barren el espectro solar en tres sectores con diferentes radiaciones solares. El hecho de estar la celosía separada un metro del edificio produce un efecto de cámara sombreada y ventilada que asegura la reducción de pérdidas y ganancias así como unas viseras virtuales ofrecidas por los caminos de mantenimiento que protege doblemente los vidrios de la exposición.
-La seguridad y el mantenimiento están basados en la disposición de una serie de pasarelas que aprovechan las estructuras en voladizo necesarias para el montaje de la celosía. Estos caminos permiten: el mantenimiento del muro cortina desde el exterior sin que operarios ajenos a la empresa deban acceder al edificio; su utilización como recorridos de emergencia y evacuación; aseguran la vigilancia de la celosía y todos sus elementos estructurales para prevenir procesos de oxidación o deterioro así como obras de sustitución, corrección de los huecos practicables, revisión de sus motores de las celosías practicables, etc.